Existen en el mercado una gran diversidad de modelos de maletas infantiles. Para elegir el más adecuado, tendremos que tener en cuenta, aparte del precio, una serie de características que nos orientarán. Así, debemos observar cual es la capacidad, la resistencia, el tamaño, la seguridad y la facilidad de manejo de la maleta. Pensando en los niños, sobre todo procuraremos que sea de su gusto y divertida. La elección se puede orientar hacia una maleta rígida o blanda. Las blandas, fabricadas normalmente con nylon o poliéster, son más flexibles, en ellas es más fácil colocar el equipaje, pesan menos cuando están vacías y suelen ser más económicas que las rígidas. Entre las mejores maletas infantiles, las tipo trolleys, rígidas, son menos flexibles y, gracias a los materiales con que están fabricadas (polipropileno o policarbonato), son más resistentes.

Las maletas infantiles que imitan a los personajes favoritos de los niños, como puede ser un gracioso tigre, una locomotora o un coche de carreras, son ideales para motivarles y que colaboren haciendo su equipaje, guardando su ropa y sus juguetes. Además, luego les resultará cómodo transportarla sin ningún esfuerzo, incluso los modelos más actuales, pueden servirles para montarse sobre ella y si están cansados en las largas esperas de algunos viajes, descansar o dormirse sobre ellas. Preferiremos las que sean confiables y seguras, que cuenten con elementos para su protección, como podría ser un borde de goma, con el fin de evitar que el niño se lastime al cerrarla, o que disponga de estabilizadores que eviten que pueda volcarse al montar en ella. La resistencia es otra de las características que debemos tener en cuenta, sobre todo si no queremos que se rompa lo que guardan en su interior. Así, por ejemplo, elegiremos la maleta infantil con correa ajustable, para que el pequeño pueda arrastrarla o para remolcar fácilmente al niño, cuando se monte sobre ella.

Otros detalles a tener en cuenta en la elección son los interiores de la maleta. Preferiremos las maletas con forro, gomas elásticas y compartimentos separados, con cierres, de cremallera o con clic, para una distribución segura del equipaje del pequeño. En el exterior es importante que cuente con dos ruedas, un asa, algún mecanismo para poder remolcarla cómodamente y algunas, las más completas, disponen de bolsillos laterales exteriores y compartimento portabotellas. En la parte posterior de los modelos más pequeños, la maleta infantil puede contar con tiras ajustables para poder cargarla en la espalda, como una mochila.